Blanco: El poderío físico del primer ascenso.

- Celso Pedro Blanco Álvarez
- Nacido en Caney ( Vigo ), el 7 de julio de 1914
- Centrocampísta
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Atlético de Madrid.





- Celso Pedro Blanco Álvarez, o "Cubanito", como era conocido durante su adolescencia, era un jugador corpulento, con una estatura que le hacía destacar vistosamente por encima de los demás. Aparte de un gran jugador, era un centrocampísta con una buena visión de juego y bravo comoo muchos de su época.
Nació el 7 de julio de 1914 en Caney (Vigo) y llegó al Celta en el año del primer histórico ascenso a Primera División, en la temporada 1935\36. Fue uno de los últimos representantes de la selección española antes de que estallase la Guerra Civil.

Pero no lo haría él sólo, ya que los defensas Ignacio y Gonzalo Varela también serían fichados para lograr el objetivo pretendido por el club, el que también se vería afectado por la la lamentable irrupción del conflicto bélico.

El poderío físico de Pedro Blanco no le impedía ser hábil con el balón y su gran ventaja con la estatura era tener el dominio del juego aéreo totalmente controlado. Su juego daría al Celta muchas alegrías a lo largo de aquella temporada, que fue la única que vivió el centrocampísta en Vigo. Blanco disputó 22 partidos con la zamarra celeste,. Su papel fue más importante en la fase de la promoción de ascenso. Ahí es donde el gallego demostraría su valía.

La espectacular temporada realizada por Blanco y José Vega hizo que el seleccionador de España, García Salazar se fijara en ellos y les convocase para jugar en los compromisos frente a Suiza y Checoslovaquia.
El diario Faro de Vigo, recogía el 21 de abril de 1936 aquella noticia: “Han salido ayer para Irún los equipiers célticos José Vega y Pedro Blanco, a unirse a la expedición de jugadores internacionales que jugarán los partidos contra Checoslovaquia y Suiza. Blanco ha salido en el tren correo y Vega lo hizo anoche en auto, para hacer el viaje en tren desde Venta de Baños con los madrileños. Mucho celebra hoy la afición esta convocatoria de dos jugadores célticos, pues el equipo nacional vuelve a tener representación gallega”.

Vega debutaría contra Suiza en Berna, pero Blanco no tendría la ocasión de debutar con la selección absoluta al preferir el seleccionador a Zubieta, un jugador del Athletic de Bilbao que era más del agrado para el técnico.

Junto a otros destacados futbolistas de aquella época como Ricardo Zamora, Guillermo Gorostiza, Roberto Arruti, Gregorio Blasco, Isidro Lángara y Jacinto Quincoces, entre otros, Blanco pudo vivir unos días inolvidables como representante del combinado nacional.

Pero un par de días antes de dicha convocatoria, toda Galicia vibró con el ascenso conseguido por el R.C. Celta en la fase de promoción. Dicho encuentro fue frente al Jerez en Balaídos, un 19 de abril de 1936, resultando ganador el conjunto olívico por cinco goles a cero.
Aquel fabuloso equipo dirigido por Ricardo Comesaña lograría algo épico, el principal objetivo de la directiva céltica desde que se había creado la Liga de Fútbol Profesional, jugar entre los grandes, lo que se les había negado anteriormente por extraño sorteo.

Llegarían los días de guerra, aquellos que tristemente habían privado al Celta de su inminente debut en la máxima categoría , un debut que tendría que aguardar casi un lustro. Por desgracia, el Celta no contaría con muchos de sus mejores futbolistas en el retorno de la actividad, Celso Blanco sería uno de ellos.

Equipo de la selección española que viajó a Suiza con Celso Blanco en sus filas.

- Blanco ya no volvería a jugar más de celeste, ya que tras la Guerra Civil de España fue contratado por el Atlético donde permanecería desde 1939 hasta 1943 catorce partidos mientras el Celta daba sus primeros pasos por la división de oro. Aún así, el centrocampista de Caney tampoco jugaría al fútbol por mucho más tiempo.

Una desafortunada lesión impediría que Celso Blanco siguiese en activo. Su último partido de liga aconteció el 14 de marzo de 1943, en un empate a dos ante el Real Zaragoza en el extinto campo de Torrero.