jueves, 28 de febrero de 2019

Los créditos de Miguel Cardoso.



- A mediados de noviembre llega a Vigo un entrenador un tanto desconocido para la afición celeste. Con un currículo de haber entrenado a Río Ave y Nantes, además de su labor como ayudante técnico en las filas del Deportivo de La Coruña, el de Trofa (Portugal) cogería las riendas de un Celta en tierra de nadie que hasta la fecha había sido dirigido por Antonio Mohamed.

Su tarea parecía sencilla: eludir el descenso y, si hay opciones, clasificar al equipo en puestos europeos. La segunda opción cada vez se fue haciendo menos creíble según iban transcurriendo las jornadas, pero peor es ver la delicada posición del Celta en la tabla. Ahora está más clara su misión.

Quemaría su primer crédito al perder en Liga con la Real Sociedad, equipo al que permitiría pasar de ronda en Copa al dar prioridad a los partidos ligueros. Hasta ahí todo bien, y aún mejor cuando se ganaría dos créditos más en las siguientes jornadas gracias a derrotar a Huesca y Villarreal.
Esos dos créditos se irían con el empate ante Leganés como local y las posteriores derrotas ante Barça y Athletic. Perder en la Ciudad Condal entra dentro de lo lógico, pero ceder ante un Athletic en puestos de descenso escoció mucho, demasiado.

Peor serían los créditos perdidos ante Rayo, Valencia y Valladolid, rivales competidores por los puestos de descenso que saldrían beneficiados por el mal planteamiento del técnico o la falta de actitud de algunos jugadores. El Celta actuó de aspirina para tres equipos necesitados con tres derrotas consecutivas.

Una pírrica victoria ante el Sevilla en Balaídos serviría para ganar otro crédito por cortesía de la directiva céltica, quienes todavía pensaban que el portugués no merecía ser destituido. Medio crédito perdió después en Getafe, pues el mal arbitraje le excluye de gran parte de aquella derrota en Madrid.
Incomprensible es esa comprensión del club tras la dolorosa goleada del Levante en Balaídos, otro que optaba al descenso y ahora se ve más aliviado. Cuando todos daban por "muerto" a Cardoso, la directiva, con Carlos Mouriño a la cabeza, siguió confiando en el técnico luso, que a base de mucho trabajo lograría sacar un empate de Mendizorroza ante el Alavés.

Medio crédito más tras el punto de Vitoria, que sumando con otro empate en Éibar sumaría otro bonus para Miguel Cardoso... o no. Aseguran que los jugadores están con él, por lo que igual ha sumado entre 22 y 25 créditos que le mantendrán en el cargo salvo situación alarmante. Por el bien de todo el celtismo, por del club y por el bien de él, esperemos que los créditos nunca se agoten o se consuman cuanto antes.

viernes, 22 de febrero de 2019

La excusa de las lesiones.



- A Miguel Cardoso se le acaba el crédito e insiste en no cambiar su idea sobre el juego que cree que salvará al Celta de bajar a Segunda División. La afición de Balaídos está extrañada con la exclusión de algunos jugadores y algún caso está justificado y otros no.

Tenemos el ejemplo de Radoja, apartado del club por no querer renovar, o al menos por no llegar a un acuerdo con la directiva céltica. Luego está el caso de Emre Mor, un jugador de indudable calidad que, lejos de adaptarse al equipo, está siendo castigado una y otra vez por sus actos de indisciplina.
Pero nos encontramos con otros jugadores de gran calidad que apenas cuentan para el entrenador. A Sisto le persigue un extraño mal fario, Hjulsager pone voluntad pero no es del gusto de Cardoso y Jensen tiene calidad por un tubo, pero tampoco está contando con minutos.

La directiva fichó ciertos jugadores en el mercado invernal para ayudar en la lucha por la permanencia. Solamente el holandés Hoedt cuenta para el entrenador. Boudebouz apenas ha tenido oportunidades y de Olaza se dice que no está en condiciones para jugar.

La misma excusa se pone con Mathias Jensen, un jugador de puro talento que no ha tenido suerte con las lesiones. Ahora bien, ¿cuándo estimará Cardoso que el danés está preparado para tener más minutos?. De momento solo le hemos visto en escasos minutos con el Getafe y otros tantos con el Levante. Es decir, tuvo más protagonismo con Mohamed y menos con Cardoso.
En el caso del técnico argentino, Jensen permaneció gran parte de la temporada lesionado a cuenta de su recaída. Eso sí, con el portugués lleva tiempo preparado para jugar, pero parece que Jozabed es más de su gusto.

El celtismo pide un cambio a gritos, algo que cambie esta incómoda situación que podría acabar con el Celta en Segunda. Olaza y Jensen no cuentan para Miguel Cardoso, quien prefiere contar con Juncà y Jozabed en sus respectivas posiciones. Parece que el celtismo no piensa igual. Por algo será.

El problema de Maxi Gómez.



- Todos se preguntan: ¿Qué le ocurre al Celta?. ¿Por qué con semejante plantilla el equipo no levanta cabeza?. Uno de sus principales problemas es la falta de gol. Sabemos que falta Iago Aspas, pero tenemos un gran delantero que está respaldado por una línea de ataque con bastante calidad. Boufal y Sisto son dos buenos ejemplos, aunque el último no acaba de recuperar su mejor versión.

Delanteros como Maximiliano Gómez González no necesitan que les pongan los goles en bandeja, pero da la sensación de que en las últimas jornadas no es capaz de hallar el gol ni con la ayuda del mismísimo Maradona.
Hay que recordar que el año pasado cuajó una sensacional temporada en la que registró diecisiete tantos en la Liga. Este año va por la buena senda con sus nueve goles, pero su talento goleador se ha visto afectado con la ausencia de Iago Aspas. ¿Casualidad?.

Algunos dicen que mucho tiene que ver el interés de varios equipos en hacerse con sus servicios, entre los que también habría que sumar al F.C. Barcelona, el último que se sumado a la puja por el atacante uruguayo. Muchos creen que Maxi se está reservando, que teme sufrir una lesión que interrumpa su fichaje por el club blaugrana.

La opción que parece más seria es la de la falta de su compañero Iago Aspas. Con el de Moaña el Celta ha perdido chispa en ataque, y eso se nota. Maxi no coincide con su fiel compañero de ataque desde el 22 de diciembre de 2018, el día en el que Aspas cayó lesionado en el Camp Nou. Ahí comenzaron los serios problemas de Maxi con el gol.
Con la desaparición del "Príncipe de las bateas", el ariete charrúa solamente ha podido registrar un gol, y de penalti. Es más, Cardoso ha tenido que hallar en Araújo un defensa reconvertido en delantero, ya que Maxi no es capaz de romper su maleficio.

Con Iago no pudo ni coincidir en Getafe, puesto que "Maxigol" fue expulsado injustamente por González Fuertes. Iago entraría al campo en el segundo tiempo, y ahora tendrá que acostumbrarse a su ausencia, ya que al punta gallego le aguardan entre 4 y 6 semanas de recuperación tras recaer contra el Levante.

¿Recuperará Maxi el camino del gol?. ¿Es simplemente una mala racha? o, como muchos aseguran, ¿estará pensando en un nuevo destino?.