sábado, 20 de enero de 2018

Chacho I: una leyenda deportivista de celtista por un día.







- Eduardo González Valiño "Chacho"
- Nacido en A Coruña, el 14 de abril de 1911
- Delantero
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Deportivo de La Coruña \ Atlético de Madrid \ Varela Silvari \ Ferrolán \ Deportivo Juvenil.





- Considerado por el deportivismo como uno de los mejores jugadores en su larga historia, este sensacional delantero del fútbol español también vistió los colores celestes, como ya conté en el artículo anterior sobre Juan Acuña, mítico portero coruñés que vino prestado a Vigo junto a nuestro protagonista de hoy.
También su hijo tuvo una breve experiencia como céltico en la década de los cincuenta. Éste fue conocido como "Chacho III". Con permiso del eterno rival, procedo a narrar la historia de un idolatrado jugador que además de jugar en los dos conjuntos gallegos, también pasó por el Atlético.

Su nombre era Eduardo González Valiño y nació en la ciudad de A Coruña el 14 de abril de 1911. Fue un jugador muy precoz que en poco tiempo daría el salto profesional tras jugar en equipos más modestos de la ciudad. Primero jugó para el Varela Silvari, actualmente vinculado al Oza Juvenil. Por entonces tenía once años y ya mostraba una calidad innata que le llevaría muy lejos, figurando como uno de los mejores futbolistas gallegos de la historia.

- Tras competir para el modesto Varela Silvari, Chacho se unió al Ferrolán y de ahí ya entraría a formar parte del R.C. Deportivo de La Coruña, equipo en el que pasaría casi toda su carrera deportiva. Pasó a jugar para la sección juvenil, y así estaría completando su formación hasta 1927, siendo este el año en el que por primera vez juega con el Deportivo a la temprana edad de dieciséis años y con un contrato en el que cobraba 100 pesetas.
Hasta 1934 estuvo defendiendo los intereses de la escuadra blanquiazul, que por entonces se hallaba en la Segunda División española. Los directivos del Atlético de Madrid se habían fijado en el talento coruñés, que a partir de la campaña 1934\35 viviría nuevas experiencias en la máxima categoría con un club que competía en una recién creada Liga Española. Serían buenos años para el atacante gallego, que además ya había debutado como internacional con España.
Chacho debutó oficialmente el 9 de diciembre de 1934, en un partido liguero frente al Racing de Santander que fue derrotado por 3-1 en el antiguo Metropolitano. Eduardo se estabilizaría como titular y pronto llegaron los goles. Seis semanas después de su estreno como colchonero, el delantero haría un soberbio partido marcando el último tanto de la escuadra rojiblanca frente al Betis, choque alocado que acabó con resultado de 4-2.

Siguió haciendo goles participando en casi todos los partidos de Liga. En su primera temporada marcó seis tanto y en la siguiente mejoró sus registros con otro más. La irrupción de la Guerra Civil haría que se paralizasen todas las competiciones, y Chacho aprovechó para retornar a su Coruña natal tras la conclusión del curso 1935\36.

Al igual que muchos futbolistas de aquella época, el atacante fue destinado en una sección del ejército, en este caso le tocó artillería. Posteriormente pasaría a trabajar en el Banco Pastor. Finalizado el conflicto bélico, Chacho volvería a jugar para el Deportivo.
Compitió en Segunda División hasta que el equipo logró ascender a la división de oro en el ejercicio 1940\41. En 1944 jugaría en el Deportivo Juvenil, dirigido por Rodrigo, en donde en un partido contra el Noya los aficionados del equipo casi lo tiran a un pozo por que le había metido seis goles, y después de un año regresa al primer equipo coruñés donde jugó hasta el año 1946.

Hagamos un stop en su trayectoria deportiva para analizar su pequeña experiencia como jugador céltico. Los medios gallegos se hacían eco de un posible homenaje para un idolatrado jugador celtiña, Alvarito. El Celta decidió convertir aquel evento en algo especial para el jugador, por lo que solicitó al Deportivo la presencia de dos jugadores suyos: la de Juan Acuña y Eduardo González "Chacho".

Chacho con la selección española.
- La prensa recibió con entusiasmo el acontecimiento en el que se irían a juntar magníficos futbolistas como Aretio, Nolete y Fuentes con las dos citadas leyendas deportivistas. El equipo vigués también se hallaba en Primera por entonces, dirigido por el ilustre técnico vasco Baltasar Albéniz.
Como rival para la fiesta futbolística del 24 de abril de 1944 se eligió al Sporting de Gijón. Balaídos presentó una gran entrada para ver un extraño once celeste mezclado con los colores blanquiazules de dos deportivistas que ese mismo día defendería al eterno rival. El partido acabaría con 3-1 para los vigueses, siendo marcados los goles por Nolete, Aretio y Foro. Chacho no hizo ningún gol. es más, los medios de la época hablaron de un delantero desganado que para nada había demostrado lo que antaño venía haciendo con el Atlético o con su equipo de procedencia. Describieron al coruñés como un jugador abúlico y con poca motivación, pero pese a ello el equipo ganó y Alvarito tuvo el gusto de jugar junto a dos sensacionales futbolistas del Deportivo como eran Chacho y Acuña.

La verdad es que al atacante gallego no le quedaban muchos años de fútbol. Siguió compitiendo para el Coruña hasta 1946, habiendo vivido un descenso y ayudado en un retorno a Primera en el mismo año que se retiraría. Pero esa misma temporada no es que tuviera mucho protagonismo, ya que solamente jugó cuatro partidos y marcó un gol.

Se retiró del fútbol dejando en el recuerdo sus goles y sus fintas, y una casta especial con la que afrontaba cada partido. Se decía de Chacho que era un jugador con clase, que sus mejores características eran el dominio del balón, la potencia de sus disparos, sobre todo sus zarpazos de volea o, incluso, la frialdad y milimetría de sus pases.
Tenia una técnica muy buena que hacia que condujera el balón con mucha suavidad. Era uno de los grandes genios de aquella época y con sus genialidades había veces que resolvía el solo un partido. Era un futbolista con magia. Su calidad lo convirtió en uno de los mejores jugadores de toda la historia del equipo coruñés.

En toda su vida deportiva solo falló un penalti, pero fue un fallo muy importante. Fue cuando militaba en el Atlético de Madrid, en un encuentro contra el Sevilla C.F. Chacho lanzó el penalti y el balón dio en el larguero. Un compañero suyo cogió el rechace y mandó el balón por encima del larguero.

Después de retirarse decidió hacer los cursos de entrenador y en el año 1949 se puso a entrenar al Fabril y luego al Deportivo. También entreno al Bergantiños, Sporting Coruñés y Español. En 1952 dejó de ejercer en los banquillos.

Lance del partido homenaje a Alvarito en el que participó Chacho. (Foto: El Pueblo Gallego).

- Con la selección española llegó a aparecer en tres partidos. Hizo su debut el 21 de mayo de 1933 ante Bulgaria, en un partido amigable que finalizó con un abultadísimo resultado de 13-0 a favor del combinado español.
Eduardo González Valiño, "Chacho", pereció el 21 de octubre de 1979 en A Coruña, a los 68 años de edad. Toda la ciudad herculina y el fútbol gallego lloró con pesar la muerte de uno de los mejores atacantes que ha dado Galicia.

Sus hazañas se convirtieron en leyendas imperecederas y merecedoras de estatua, inaugurada en 1988 a tan solo unos pasos del terreno de juego que tantas tardes de gloria gozó la gradería con sus regates y goles. Lástima que de celeste no pudo hacer ni un solo tanto, pero al menos podremos contar que Chacho defendió los intereses del R.C. Celta aunque fuera durante noventa minutos.



- Fuentes: (El Pueblo Gallego, BD de fútbol, Aupadeportivo, La Opinión, vavel.com y Furia Roja).

viernes, 19 de enero de 2018

Juan Acuña: el préstamo de lujo del eterno rival.







- Juan Acuña Naya
- Nacido en A Coruña, el 14 de febrero de 1923
- Portero
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Deportivo de La Coruña \ Eureka \ Juvenil \ Sporting Coruñés.





- El Celta contó con un refuerzo de lujo durante un día, y lo que lo hace aún más especial, procedente del eterno rival, el Deportivo de La Coruña. Al equipo vigués le honra haber contado en su once con uno de los mejores guardametas del fútbol español, un hombre comparable a grandes arqueros como Ricardo Zamora, José Ángel Iribar o Antoni Ramallets. El último le privó de tener más apariciones con la selección española, con la que solamente pudo intervenir en dos ocasiones.

Hablamos de un portero con mucha solera, ese típico "guardameta de todos los tiempos" que en su historial personal cuenta con cuatro Trofeos Zamora. Es por ello el tercer hombre con más galardones de este tipo en la historia de la Liga Española.
Es un estandarte deportivista, un señor de los pies a la cabeza que defendió los colores del club de su ciudad durante casi veinte años. Además de vestir la camiseta de los dos equipos más grandes de Galicia, Juan también jugó para equipos como el Eureka o el Sporting Coruñés.

Zamora y Acuña, dos grandes metas españoles.
- Acuña nació en el mismo año que iría a fundarse el Real Club Celta, el 14 de febrero de 1923. Criado en una familia grande con sus siete hermanos, Juan empezaría a jugar al fútbol como cualquier niño de aquella lejana época, con más carencias, pero muchísima imaginación. Esa imaginación la desarrolló junto a sus amigos, teniendo sus primeras actuaciones el campo de Artillería, cerca de su casa.
Sus amistades le llamaban " Xanetas" y juntos crearon un equipo de fútbol denominado Sporting Coruñés, del que posteriormente pasaría a jugar al Eureka. En tiempos de la Guerra Civil, Laureano Martínez le había visto actuar bajo palos en un partido entre equipos amateurs. Éste fue quien le convenció para irse al Eureka, donde Acuña empezaría a hacerse grande entre los pequeños.
El periodista Ponte Patiño -de la editorial de Marca- creó un campeonato juvenil entre equipos modestos de A Coruña en el que el meta sorprendería a muchos al recibir muy pocos goles. Es más, Juan quedó galardonado como mejor portero del torneo y eso le valió para fichar por el Deportivo de La Coruña, que utilizaba esta clase de eventos para captar jóvenes promesas. Al entonces jovencísimo cancerbero de dieciséis años le ofrecieron un contrato con un salario mensual de trescientas pesetas. Aquel sería su primer sueldo serio como futbolista, entrando en las filas del equipo de Riazor para permanecer allí casi toda su vida. El Deportivo era por entonces equipo de Segunda División, pero con Acuña como portero rápidamente cambiarían las cosas.

Su primer partido con el conjunto coruñés fue cuando aún continuaba el conflicto bélico en España, en 1938 y en Ferrol. Desde entonces nadie le arrebataría su puesto en el arco de Riazor. El equipo ascendió a la categoría máxima en 1941, y a partir de entonces llegarían todos los éxitos del meta coruñés, que ya en su primer curso codeándose con los porteros más grandes del país obtendría el título de portero menos goleado.

Tuvo cuatro temporadas de ensueño en el fútbol de élite español, siendo una auténtica pesadilla para todos los delanteros de la época. Sufrió una luxación del hombro en sus primeros partidos, pero por lo demás se mantuvo firme en la portería, repitiendo el título personal en el ejercicio 42\43.

Pero Acuña también sufrió momentos aciagos, como el descenso del Deportivo a Segunda en 1945 o los problemas de peso a partir de entonces. También hay que recordar una sanción que le dejó fuera de varios partidos al lanzarse a los pies de un delantero del Valladolid en la campaña 1949\50. El atacante se fracturó una pierna y se hizo campaña para que el meta cumpliera sanción.
Pero los años finales de la década cuarenta y los comienzos de la siguiente no fueron tan malos para "Xanetas", más bien al contrario. El coruñés volvería a conquistar el título de Zamora por dos veces mientras su club saboreaba las mieles de competir en la máxima categoría.

En Primera División dejó al Deportivo cuando se marchó al Juvenil, del que regresaría a la ciudad herculina para colgar los guantes en 1955, después de dedicar casi toda su vida al club de sus amores, con el que se hizo grande.

Pero Acuña también llegó a defender el escudo del Celta, aunque fuera solo por una vez. El 23 de abril de 1944 sería prestado al equipo olívico para afrontar un partido con sabor a homenaje en honor al ex-céltico Alvarito. Junto a Juan, también vendría su compañero Chacho, otro mito deportivista y cuyo hijo estaría a prueba años después.
Ambos futbolistas jugaron para el Celta en aquel amistoso frente al Sporting de Gijón que acabó con 3-1 para los celestes. Acuña hizo unas majestuosas intervenciones cubriendo la meta viguesa y por un día fue amigo del enemigo.

Entre otras historias que pueden rodear a un portero tan grande como Juan Acuña cabe destacar la que le ocurrió de cara al Mundial de Brasil 1950. El jugador fue seleccionado para viajar a la Copa del Mundo y así ocurrió. El caso es que no disputó ni un solo minuto del máxime evento internacional, y todo apunta a un malentendido con el seleccionador Guillermo Eizaguirre.
Cuando la expedición española se hallaba en el aeropuerto de Barajas, el técnico debió exclamar “¡ las maletas que las cargue el gallego!”. Esto se debe a que la mayoría de los trabajadores eran gallegos, pero Juan se debió dar por aludido y le espetó: "¡las maletas las va a cargar tu puta madre!".

Juan Acuña realiza una increíble estirada durante un partido de Liga con el Deportivo de La Coruña.

- Es probable que por aquel lamentable incidente, Acuña viajaría a Brasil para ser mero espectador de una Copa del Mundo de la que seguramente no guardará un buen recuerdo. Eso sí, nadie puede dudar que este portero fue uno de los mejores que se han visto en la Liga Española, superado solo en Trofeos Zamora por los ex-barcelonistas Antoni Ramallets y Víctor Valdés.

Retirado de la actividad futbolística, Juan Acuña trabajó en una refinería de petróleo de A Coruña, empleo que consiguió por mediación del ex-presidente deportivista Luis Vázquez Pena. Falleció el 30 de agosto de 2001, dejando en el recuerdo sus mejores paradas, su carácter de ganador y un torneo veraniego que lleva su nombre: "El Trofeo Juan Acuña". Pero nunca lo olviden, Acuña también defendió los colores del Celta, aunque solo fuera durante noventa minutos.




- Fuentes: (BD de Fútbol, Marca, Canal Deportivo, Yo Jugué en el Celta, Os Nosos Noelia Rey y Héctor Pena, Cihefe y Galiciana).