domingo, 27 de agosto de 2023

Gabri Veiga: El poder del fútbol árabe.




 


- Gabriel Veiga Novas
- Nacido en O Porriño (Pontevedra), el 27 de mayo de 2002
- Centrocampista
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Al-Ahli Saudí \ U.D. Santa Mariña \ R.C. Celta Fortuna.




- Estaba llamado a ser el sucesor de un gran líder como Iago Aspas, un gran referente para cualquier chaval que se curte en la cantera del R.C. Celta de Vigo. Gabri Veiga tuvo la ocasión de ejercer de Aspas para el equipo de sus amores, dejando sus últimos goles ante el F.C. Barcelona para evitar que el equipo celebrase su aguardado centenario en Segunda División. 
Pero lo de este niño con clase no fue una última jornada de casualidad. Además de esa inolvidable tarde en Balaídos, el canterano cerró una maravillosa temporada en Primera con 11 goles y 4 asistencias, algo que no pasó desapercibido para los clubes más poderosos. 

En los últimos meses ya estaba siendo relacionado con Barcelona, Real Madrid, Liverpool o Nápoles, además de otras importantes entidades que sonaron. Los ecos más fuertes sonaron desde Italia, pero no hubo un acuerdo final con la empresa napolitana y los medios nos sorprendieron con la marcha de Veiga al fútbol árabe. El Al-Ahli Saudí se llevó a la última perla celeste.

Veiga, la última gran perla celeste.
- La clase de este "chico de oro" ya se intuía desde lejos. Ya lo dijo el técnico celtiña Óscar García Junyent, quien le hizo debutar con los mayores: "Se lo ha ganado. No regalo nada a nadie". Y desde que debutó, el joven mediapunta no ha parado de sorprendernos.
Era una de las grandes esperanzas de futuro para el Real Club Celta de Vigo, algo que ya advirtieron cuando le vieron en su etapa juvenil. Veiga nació en la localidad pontevedresa de O Porriño, el 27 de mayo de 2002. En sus inicios también practicaba baloncesto a nivel escolar, pero pronto acabaría decantándose por un deporte que podría darle mucho como el fútbol.
Es primo del arquero Rubén Blanco, otra joya céltica que este mismo año ha dejado de pertenecer a la entidad olívica. Al igual que otros prometedores canteranos, el llamado "Gabri Potter" empezó jugando para el Santa Mariña, de donde también salió su primo y otros reconocidos futbolistas como Jonathan Pereira o Brais Méndez
El porriñés es ese mediocentro de calidad que tanto tiempo llevaba buscando, y es que esa es la posición favorita de este canterano que, además de una gran madurez y desparpajo, demuestra sobre el verde que tiene técnica y condiciones de sobra como para acabar jugando entre los grandes. 

Ingresó en las filas menores del R.C. Celta tras dar sus primeros pasos en el modesto club de Cabral. Aún era joven y tenía muchas cosas que aprender para ir escalando puestos antes de llegar al primer equipo. Sus actuaciones en categoría juvenil ya hacían presagiar que en cuestión de poco tiempo daría que hablar en el Celta B.

Ya en 2019, Veiga entra a formar parte de la plantilla dirigida por Jacobo Montes, a quien le llegarían muy buenos informes del centrocampista porriñés. Éste sería el que le permitiría debutar con el filial directo celtiña, en un partido de la Segunda División B ante el Internacional de Madrid, el cual se resolvió con empate a dos.
Montes sería cesado y en su lugar llegaría Onésimo Sánchez, quien le permitiría completar unos registros de 14 partidos y un gol en la categoría de bronce, la que sería interrumpida de forma definitiva por la aparición de la crisis del Coronavirus. 

Con el primer equipo salvado milagrosamente del descenso, Gabri contaría con la gran oportunidad de hacer la pretemporada a las órdenes de Óscar García y junto a otros compañeros del filial. El chaval habría mostrado sus maneras, y solo el trabajo y la constancia harían que el prometedor canterano debutase de forma oficial. 

- El gran día llegó. El 19 de septiembre de 2020 -con la segunda jornada de liga en marcha- el Celta recibía la visita a Balaídos del Valencia. Los vigueses, con 2-1 a favor, contarían con un nuevo debutante que ayudaría a mantener la victoria. Veiga dispondría de poco más de diez minutos en los que dejó asomar rastros de su talento.
A partir de entonces, al medio porriñés se le vería más a menudo junto a profesionales de la talla de Denis SuárezJeison MurilloNolitoHugo Mallo o el gran ídolo del celtismo, Iago Aspas
Ante el cúmulo de partidos, a causa de la concentración de selecciones, el entrenador celeste se vería obligado a dar rotaciones para así evitar lesiones prematuras. De esta manera, Óscar daría la sorpresa y alinearía de inicio a los canteranos José Fontán y Gabri Veiga para medirse al Barcelona.
La actuación del porriñés fue impresionante. En un Balaídos desierto por la prevención del Covid, Gabri Veiga haría un buen partido demostrando mucho descaro ante el Barça de Ronald Koeman. Por desgracia no acompañó el resultado, pues el Celta perdería por 0-3. Desde entonces se acostumbraría a entrar en las convocatorias, cumpliendo en su primer año con los mayores 6 apariciones en el primer nivel.

Veiga no dejaría todavía de jugar para el filial. El argentino Eduardo Coudet sería el entrenador que le daría estabilidad en el primer plantel, algo que ocurriría a partir del curso 2022\23, el momento de la gran eclosión del joven futbolista porriñés. 
Su inicio de temporada fue espectacular, algo muy necesario para poder encontrar un sucesor para el veterano Iago Aspas, con el que Veiga se entendería a la perfección desde el principio. Aunque aún no se había ganado la titularidad, el jugador se estrenaría como goleador de Primera en una complicada cita en Madrid frente al Atlético, de donde el Celta salió goleado por 4-1.

Poco a poco irían cayendo más goles, como aquel decisivo que hizo en Balaídos frente al Real Betis, que serviría para sumar tres puntos muy importantes (1-0). Fue entonces cuando nació una nueva estrella, un necesario líder que aportase su granito de arena para que el equipo consiguiese seguir compitiendo en la primera categoría.

Los resultados ayudaron muy poco en las siguientes jornadas, y eso provocó que la directiva céltica dejase de confiar en el "Chacho" Coudet, quien dejaría el banquillo de Balaídos para que lo ocupase Carlos Carvalhal. El técnico portugués seguiría confiando en el mediocampista porriñés.

La temporada 2022\23 fue muy buena para Veiga, con 11 goles y 4 asistencias para el Celta.


- Pese a que hubo una mejora con Carvalhal, el Celta empezaría a dar bandazos y eso requeriría la ayuda de los grandes líderes celtiñas, pero ni Iago ni Veiga estarían en su mejor momento. Por la nueva estrella empezarían a apareces fuertes rumores que harían dudar de su continuidad en Vigo, mientras que el presidente Carlos Mouriño se agarraría a la claúsula del canterano.

Gabri Veiga entraría en una especia de bloqueo mental que incluso le haría perder la titularidad por momentos, aunque Carvalhal no dejaría de creer en su talento para sacar al Celta de una difícil situación en la tabla, la cual se fue complicando a medida que transcurrieron las jornadas.
Al final, el equipo olívico acabaría metiéndose en la pomada del descenso, con Aspas aquejado por sus dolores de espalda y mucha polémica en torno al vestuario... hasta el entrenador acabaría en la cuerda floja. Todo quedaría para una última fecha de infarto en la que se debería recibir en casa al Barcelona de Xavi Hernández, flamante campeón de Liga.

El joven Veiga se echaría el equipo a las espaldas y salvaría la situación firmando dos golazos para la permanencia. Emocionado y eufórico, el de O Porriño parecía haberse despedido de su afición. Durante todo el verano fue sonando para muchos equipos, pero aún tendría tiempo para una despedida en Balaídos, interviniendo en unos minutos de la inauguración liguera 2023\24, en una derrota frente a Osasuna (0-2). En pleno centenario del club, Veiga abandonaría su tierra para probar suerte en Arabia Saudí. 

martes, 1 de agosto de 2023

Rubén Blanco: Las manos del 4 por ciento.





 


- Rubén Santiago Blanco Veiga
- Nacido en Mos (Pontevedra), el 25 de julio de 1995
- Portero
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Olympique de Marsella \ R.C. Celta B.




- Todo club necesita un salvador, y es cierto que Iago Aspas tiene tablas en la misión de salvar o glorificar al equipo. Pero también debemos meter en ese saco a Rubén Santiago Blanco Veiga que, como juvenil, llegó a conocer la Primera División con la complicada tarea de salvar al Celta del descenso. Fue el héroe de aquel 4 por ciento que se calculaba para hallar la permanencia. 

Rubén seguiría trabajando para ganarse la titularidad en el club de su tierra, pero no fue algo muy duradero. Entre lesiones y llegada de otros cancerberos, el de Mos acabaría perdiendo su sitio en el marco de Balaídos, lo que fue propulsando su marcha del Celta.
Últimamente estuvo compitiendo en la Ligue-1, cedido para un Olympique de Marsella que finalmente contrataría sus servicios. Hace poco conocimos el final de una de las grandes perlas salidas de A Madroa, tras muchos años en el club.

Rubén Blanco en un partido con el Celta.
- Al igual que Brais Méndez, este joven arquero inició su carrera en las filas de la U.D. Santa Mariña antes de recalar en el Celta de Vigo. Y es que Rubén Santiago Blanco Veiga también es de la localidad pontevedresa de Mos, donde vino al mundo un 25 de julio de 1995.
Durante años ha sido un fijo en las convocatorias de las secciones menores de la selección española, y eso le ha concedido un buen cartel. Ingresó en la cantera celeste con apenas doce años de edad convencido por Toni Otero. A Rubén le acosaban equipos como el Barça, que se habían quedado impresionados con el talento del joven guardameta, gran valor del Santa Mariña.
Casi siempre compitió con jugadores mayores que él, incluso en la profesionalidad. Siempre destacó allá donde jugó por sus grandes reflejos, agilidad y seguridad bajo palos. El único pero que se le puede poner es la mala fortuna con las lesiones, algo que le ha lastrado en sus años como miembro celeste. Por lo demás, Rubén Blanco siempre ha demostrado unas tremendas condiciones para actuar bajo palos, adquiriendo experiencia competitiva y un carácter que viene de lujo para cubrir su complicado puesto.

Blanco fue progresando por las distintas categorías menores del R.C. Celta hasta que le llegó el momento de estrenarse con el Celta B, con Milo Abelleira de entrenador. Continuó jugando para el filial, con el que descendió a Tercera y logró el regreso del equipo a Segunda B en 2013. En Romo, Rubén Blanco actuó como titular en una plantilla con jugadores destacados como Santi Mina Levy Madinda, cuajando una gran actuación que devolvió al equipo al sitio que merecía.

El meta mosense ya había cumplido con su labor en el filial, habiendo tenido apariciones amistosas con el primer equipo. Pero las aspiraciones ya eran más altas y, sin necesidad de debutar en Segunda con Paco Herrera, el joven canterano se prepararía para debutar en Primera de la mano de Abel Resino.

La tarea no fue sencilla. Su compañero Sergio Álvarez había estado a la sombra de Javi Varas durante todo el curso 2012\13, pero una lesión del segundo forzaría el debut del jugador más joven de la máxima categoría española.
Blanco se había sentado en el banquillo de Zorrilla como suplente del sevillano, pero una lesión al borde del descanso haría que el canterano se despojase del chándal para debutar ante el Real Valladolid, en un partido a vida o muerte.

- Aquella victoria del 26 de mayo de 2013 frente al club pucelano fue muy importante (0-2), pero aún quedaba un examen más importante en la siguiente jornada, con el R.C.D. Espanyol como visitante y el equipo jugándose la permanencia.
Esa cita fue bautizada por el celtismo como "la salvación del 4 por ciento", con el corazón en un puño, pero con la firme esperanza de lograr el objetivo, que pasaría por las manos de un juvenil céltico.
Rubén Blanco saldría de inicio ante la escuadra perica, en una sufrida jornada que acabaría con final feliz para el cuadro de Abel. Un gol de Natxo Insa enloquecería Balaídos, pero sería el mosense el gran salvador, realizando increíbles paradas que darían la salvación a un Celta muy pobre en juego.
El joven arquero sería el héroe de la jornada, y muchos esperaban que él afrontase la titularidad de cara a la campaña siguiente. Sin embargo, la llegada de Luis Enrique Martínez lo cambiaría todo, pues el asturiano apostaría por Yoel Rodríguez.

Rubén Blanco fue meta suplente durante los siguientes años, pues también Eduardo Berizzo apostaría por otros hombres para defender el marco celtiña. Su compañero Sergio sería el titular esta vez, así durante unos años, hasta que Juan Carlos Unzué prefirió apostar por la perla viguesa.
A Rubén Blanco le costó mucho hacerse con la titularidad, aunque también es cierto que las lesiones no le dieron tregua alguna cuando se perfilaba como el gran protagonista bajo palos. Aún así, el de Mos ya iba asumiendo partidos de gran importancia.

Su momento le llegó en la temporada 2019\20, en la que Rubén se ganó la titularidad por delante de Sergio Álvarez, tanto con Fran Escribá como con Óscar García. Lástima que no acompañaría el momento del equipo en lo colectivo, que acabaría sufriendo por no descender una vez más. Por su parte, Blanco disputaría 33 partidos del campeonato doméstico.

Estaba previsto que siguiera como dueño del marco de Balaídos, pero las complicadas lesiones iban a perjudicarle constantemente, y ello causaría que los próximos entrenadores acabasen apostando por otros guardametas. De hecho, en sus últimos años como céltico, Rubén vio colocarse bajo palos a otros compañeros como Iván Villar, Matías Dituro y Agustín Marchesín. Al final, esta situación le empujaría a buscarse otro equipo donde recuperar su mejor versión. 

En Primera División, Rubén Blanco consiguió disputar más de un centenar de partidos con el Celta.


- Mientras el Celta parecía disfrutar de un mejor momento con Eduardo Coudet, Rubén debería afrontar la temporada 2022\23 fuera de Galicia, trasladándose hasta Francia para firmar un contrato de cesión con el histórico Olympique de Marsella.
A las órdenes del croata Igor Tudor, Rubén actuaría como suplente del meta español Pau López. Tendría la oportunidad de intervenir en 6 partidos de la Ligue-1, así como de figurar para otras convocatorias oficiales. En sus escasas apariciones, el arquero vigués demostraría estar en muy buena forma, dejando muy buenas actuaciones para gusto del Vélodrome.

Rubén gustó mucho por Francia, pero se reincorporó al R.C. Celta de Vigo para hacer la poretemporada del Centenario a las órdenes del ilustre Rafa Benítez. Incluso llegaría a jugar su último partido con el equipo de celeste, ya que muchos ya se hacían a la idea su despedida. 

En las últimas semanas se rumoreó su fichaje por la entidad marsellesa, que al final se quedaría con los servicios del arquero gallego. De esta forma, Rubén Blanco abandonaría el club de su vida, donde se formó como futbolista y consiguió alcanzar la profesionalidad, esos sí, por sus propios méritos. En total, el de Mos llegó a participar en 121 de Primera División.