martes, 1 de agosto de 2023

Rubén Blanco: Las manos del 4 por ciento.





 


- Rubén Santiago Blanco Veiga
- Nacido en Mos (Pontevedra), el 25 de julio de 1995
- Portero
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Olympique de Marsella \ R.C. Celta B.




- Todo club necesita un salvador, y es cierto que Iago Aspas tiene tablas en la misión de salvar o glorificar al equipo. Pero también debemos meter en ese saco a Rubén Santiago Blanco Veiga que, como juvenil, llegó a conocer la Primera División con la complicada tarea de salvar al Celta del descenso. Fue el héroe de aquel 4 por ciento que se calculaba para hallar la permanencia. 

Rubén seguiría trabajando para ganarse la titularidad en el club de su tierra, pero no fue algo muy duradero. Entre lesiones y llegada de otros cancerberos, el de Mos acabaría perdiendo su sitio en el marco de Balaídos, lo que fue propulsando su marcha del Celta.
Últimamente estuvo compitiendo en la Ligue-1, cedido para un Olympique de Marsella que finalmente contrataría sus servicios. Hace poco conocimos el final de una de las grandes perlas salidas de A Madroa, tras muchos años en el club.

Rubén Blanco en un partido con el Celta.
- Al igual que Brais Méndez, este joven arquero inició su carrera en las filas de la U.D. Santa Mariña antes de recalar en el Celta de Vigo. Y es que Rubén Santiago Blanco Veiga también es de la localidad pontevedresa de Mos, donde vino al mundo un 25 de julio de 1995.
Durante años ha sido un fijo en las convocatorias de las secciones menores de la selección española, y eso le ha concedido un buen cartel. Ingresó en la cantera celeste con apenas doce años de edad convencido por Toni Otero. A Rubén le acosaban equipos como el Barça, que se habían quedado impresionados con el talento del joven guardameta, gran valor del Santa Mariña.
Casi siempre compitió con jugadores mayores que él, incluso en la profesionalidad. Siempre destacó allá donde jugó por sus grandes reflejos, agilidad y seguridad bajo palos. El único pero que se le puede poner es la mala fortuna con las lesiones, algo que le ha lastrado en sus años como miembro celeste. Por lo demás, Rubén Blanco siempre ha demostrado unas tremendas condiciones para actuar bajo palos, adquiriendo experiencia competitiva y un carácter que viene de lujo para cubrir su complicado puesto.

Blanco fue progresando por las distintas categorías menores del R.C. Celta hasta que le llegó el momento de estrenarse con el Celta B, con Milo Abelleira de entrenador. Continuó jugando para el filial, con el que descendió a Tercera y logró el regreso del equipo a Segunda B en 2013. En Romo, Rubén Blanco actuó como titular en una plantilla con jugadores destacados como Santi Mina Levy Madinda, cuajando una gran actuación que devolvió al equipo al sitio que merecía.

El meta mosense ya había cumplido con su labor en el filial, habiendo tenido apariciones amistosas con el primer equipo. Pero las aspiraciones ya eran más altas y, sin necesidad de debutar en Segunda con Paco Herrera, el joven canterano se prepararía para debutar en Primera de la mano de Abel Resino.

La tarea no fue sencilla. Su compañero Sergio Álvarez había estado a la sombra de Javi Varas durante todo el curso 2012\13, pero una lesión del segundo forzaría el debut del jugador más joven de la máxima categoría española.
Blanco se había sentado en el banquillo de Zorrilla como suplente del sevillano, pero una lesión al borde del descanso haría que el canterano se despojase del chándal para debutar ante el Real Valladolid, en un partido a vida o muerte.

- Aquella victoria del 26 de mayo de 2013 frente al club pucelano fue muy importante (0-2), pero aún quedaba un examen más importante en la siguiente jornada, con el R.C.D. Espanyol como visitante y el equipo jugándose la permanencia.
Esa cita fue bautizada por el celtismo como "la salvación del 4 por ciento", con el corazón en un puño, pero con la firme esperanza de lograr el objetivo, que pasaría por las manos de un juvenil céltico.
Rubén Blanco saldría de inicio ante la escuadra perica, en una sufrida jornada que acabaría con final feliz para el cuadro de Abel. Un gol de Natxo Insa enloquecería Balaídos, pero sería el mosense el gran salvador, realizando increíbles paradas que darían la salvación a un Celta muy pobre en juego.
El joven arquero sería el héroe de la jornada, y muchos esperaban que él afrontase la titularidad de cara a la campaña siguiente. Sin embargo, la llegada de Luis Enrique Martínez lo cambiaría todo, pues el asturiano apostaría por Yoel Rodríguez.

Rubén Blanco fue meta suplente durante los siguientes años, pues también Eduardo Berizzo apostaría por otros hombres para defender el marco celtiña. Su compañero Sergio sería el titular esta vez, así durante unos años, hasta que Juan Carlos Unzué prefirió apostar por la perla viguesa.
A Rubén Blanco le costó mucho hacerse con la titularidad, aunque también es cierto que las lesiones no le dieron tregua alguna cuando se perfilaba como el gran protagonista bajo palos. Aún así, el de Mos ya iba asumiendo partidos de gran importancia.

Su momento le llegó en la temporada 2019\20, en la que Rubén se ganó la titularidad por delante de Sergio Álvarez, tanto con Fran Escribá como con Óscar García. Lástima que no acompañaría el momento del equipo en lo colectivo, que acabaría sufriendo por no descender una vez más. Por su parte, Blanco disputaría 33 partidos del campeonato doméstico.

Estaba previsto que siguiera como dueño del marco de Balaídos, pero las complicadas lesiones iban a perjudicarle constantemente, y ello causaría que los próximos entrenadores acabasen apostando por otros guardametas. De hecho, en sus últimos años como céltico, Rubén vio colocarse bajo palos a otros compañeros como Iván Villar, Matías Dituro y Agustín Marchesín. Al final, esta situación le empujaría a buscarse otro equipo donde recuperar su mejor versión. 

En Primera División, Rubén Blanco consiguió disputar más de un centenar de partidos con el Celta.


- Mientras el Celta parecía disfrutar de un mejor momento con Eduardo Coudet, Rubén debería afrontar la temporada 2022\23 fuera de Galicia, trasladándose hasta Francia para firmar un contrato de cesión con el histórico Olympique de Marsella.
A las órdenes del croata Igor Tudor, Rubén actuaría como suplente del meta español Pau López. Tendría la oportunidad de intervenir en 6 partidos de la Ligue-1, así como de figurar para otras convocatorias oficiales. En sus escasas apariciones, el arquero vigués demostraría estar en muy buena forma, dejando muy buenas actuaciones para gusto del Vélodrome.

Rubén gustó mucho por Francia, pero se reincorporó al R.C. Celta de Vigo para hacer la poretemporada del Centenario a las órdenes del ilustre Rafa Benítez. Incluso llegaría a jugar su último partido con el equipo de celeste, ya que muchos ya se hacían a la idea su despedida. 

En las últimas semanas se rumoreó su fichaje por la entidad marsellesa, que al final se quedaría con los servicios del arquero gallego. De esta forma, Rubén Blanco abandonaría el club de su vida, donde se formó como futbolista y consiguió alcanzar la profesionalidad, esos sí, por sus propios méritos. En total, el de Mos llegó a participar en 121 de Primera División.

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