- Gustavo Daniel Cabral
- Nacido en Isidro Casanova, Buenos Aires (Argentina), el 14 de octubre de 1985
- Defensa
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Levante UD \ Racing Club de Avellaneda \ River Plate \ Estudiantes Tecos \ Arsenal de Sarandí \ C.F. Pachuca.
- Quinto extranjero con más partidos en la historia del Celta con 229 partidos, muy cerca de su compatriota Fernando Cáceres y ocupando el mismo lugar en la zaga, con los mismos galones y con esa picardía que solamente puede encontrar en el fútbol argentino.
Durante siete temporadas quiso ser el jefe de la zaga celeste, y acabó su etapa en Vigo como la empezó, luchando por eludir el descenso de categoría. Gustavo Daniel Cabral fue un jugador clave para que el equipo no volviese a Segunda, y una vez concluido el curso 2018\19, supo marcharse con elegancia de un Celta del que siempre será un seguidor más.
Nadie podrá dudar de su compromiso con el club vigués, siempre dispuesto a trabajar, siempre profesional. Durante esos siete años ejerció como el dueño de la zaga mostrando seguridad, fidelidad e inteligencia. Entre el celtismo ha dejado una profunda huella de cariño y el recuerdo de esos maravillosos años en los que el jugador disfrutó de su mejor momento deportivo.
- Cabral nació el 14 de octubre de 1985 en la localidad bonaerense de Isidro Casanova, en Argentina. En Buenos Aires creció soñando en convertirse en un destacado futbolista, jugando al lado de otros chicos del Almirante Club, equipo del que es un fiel admirador. No tardó en escalar por el mundo del balompié, pasando de ser un jugador de barriada a convertirse en miembro del histórico Racing Club de Avellaneda, donde saboreó las dulces mieles del profesionalismo. Allí comenzaría a formarse la figura del Mariscal, que ya en 2005 fue campeón mundial juvenil con la albiceleste juvenil, donde coincidió con un jovencísimo Lionel Messi.
En diciembre de 2003 se produjo su debut, en un empate a uno frente al Olimpo. En poco tiempo se convertiría en indiscutible de la zaga de la escuadra de Avellaneda, para la que jugaría más de un centenar de partidos antes de marcharse al prestigioso River Plate. Por entonces tenía veintidós años, y el defensor daría un salto importante en su carrera al convertirse en "Millonario", donde su estancia no llegaría ni a los dos años. Fue en junio de 2010 cuando Cabral decidió dar el importante paso de jugar lejos de su país, trasladándose al centro del continente americano para fichar por el Estudiantes Tecos mejicano.
Aquel joven central que ya había competido en torneos como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, solamente duraría un año en México, ya que retornaría a su Argentina natal para fichar por el Arsenal de Sarandí, equipo para el que nunca llegaría a jugar de forma oficial.
El interés del Levante le haría viajar a España para cumplir el sueño de muchos futbolistas argentinos y así destacar en Europa. La entidad valenciana se haría con los servicios del bonaerense, que aterrizaría en tierras españolas para firmar un contrato de cesión.
Sus primeros pasos por la Liga Española no fueron sencillos. Empezó la campaña 2011\12 como jugador de recambio, sin apenas opciones para ganarse de la titularidad. No obstante, el argentino supo ganarse un sitio en la retaguardia levantinista, debutando en Liga el 3 de diciembre de 2011, nada menos que en el Nou Camp, ante un Barça sin piedad que goleó por 5-0 y en el que ya destacaba la figura de su paisano Messi.
- Habiéndose ganado la titularidad en la vuelta del campeonato nacional de liga, Cabral despertaría el interés de otros clubes españoles, entre los que se hallaba un Celta recién ascendido a Primera que buscaba reforzar su zaga de cara a la temporada 2012\13.
Llegó a Vigo el 13 de julio de 2012 al no alcanzar un acuerdo de renovación con el Levante. El Celta obtendría un préstamo de dos temporadas para contar con los servicios del zaguero argentino, que en su primer año de celeste contaría con la compañía de su compatriota Augusto Fernández, recién llegado también a la disciplina olívica.
Debutó para el Celta el 18 de agosto de 2012, siendo ya titular en el eje de la zaga junto a Andrés Túñez. Aquel equipo retornado a Primera no empezaría con buen pie en el campeonato doméstico, ya que saldría derrotado de Balaídos por 0-1 ante un Málaga más vivo. Pero eso no provocó que el Mariscal perdiese su sitio en la defensa, quien tres jornadas después marcaría su primer tanto como céltico en Mestalla frente al Valencia. Lamentablemente, los esfuerzos de Gustavo no servirían para sacar puntos de su visita a la ciudad del Turia, pues la escuadra ché acabaría imponiéndose por 2-1.
Desde su llegada, Cabral supo asumir galones en la defensa viguesa, sufriendo hasta el final del curso 2012\13 para lograr la permanencia en Primera. Una vez superado ese reto, jugador y club vivirían buenos años en la máxima categoría bajo la dirección de entrenadores como Luis Enrique o Eduardo Berizzo. Con el último, el celtismo se atrevió a soñar con ganar la Europa League y la Copa del Rey en dos ocasiones. Finalmente no hubo premio para la gente de Balaídos.
Gustavo Cabral se acostumbraría a formar en la línea defensiva celeste, pasando a ser la opción más segura de Berizzo en sus tres años como director del Celta. La marcha del técnico argentino no afectaría al rendimiento del jugador, que con Juan Carlos Unzué seguiría sumando más partidos, hasta perfilarse como uno de los extranjeros con más partidos en la historia del Celta.
Sus últimos años en Vigo coincidieron con la desilusión de la parroquia olívica. Tras un año insulso con Unzué en el banquillo llegaría Antonio Mohamed, quien se encargó de confirmar el desencanto en la pasada campaña 2018\19.
La estancia de Cabral en Vigo duró siete años, siendo un jugador importante de cara a la salvación de la campaña 2018\19. |
- Con Fran Escribá relevando a Cardoso en el banquillo de Balaídos, Cabral volvería a calzarse el mono de trabajo para salvar una vez más al Celta. El técnico valenciano confiaría en la veteranía del bonaerense para que la afición respirase tranquila en la última jornada del campeonato liguero.
El curso 2018\19 llegó a su fin y muchos aguardaban la merecida recompensa del zaguero argentino, que no era otra que su renovación por la entidad gallega. No obstante, un mensaje de su esposa por las redes sociales ya hacían presagiar una triste despedida de quien durante siete años luchó por el Celta.
Y así fue. Gustavo Cabral se despidió de su querida afición pasando de jugar como celeste a ser un seguidor más del Celta, y así lo reflejó en su despedida. Con 229 partidos, 207 en Primera con el Celta y en los que hizo 8 goles, Cabral volvería a México para fichar por el Pachuca.
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