lunes, 20 de julio de 2020

Final de un ciclo para olvidar.



- Por fin terminó la que siempre será recordada como la "Liga del Coronavirus". Ha sido una auténtica pesadilla para el celtismo, maquillada finalmente con una gran dosis de fortuna que valió para celebrar otra permanencia.
Ahora vendrán los días de suspiros, calma y reflexión. Habrá que aprender de lo vivido y corregir muchos errores que han ido frustrando una temporada que se perfilaba -en principio- ilusionante. Al principio todo era optimismo, con un equipo de retornados en el que se han ido juntando los Iago Aspas, Rafinha, Denis Suárez, Santi Mina y Nolito. Con semejantes futbolistas, nadie aguardaba este final de infarto... otro de tantos.

Una liga paralizada, algo que solamente lo recordarán los más antiguos con motivo de la Guerra Civil española, que tuvo su inicio en 1936 y final en 1939. Esta fue otra clase de contienda, la de la humanidad contra el Covid-19. Con la amenaza de la vuelta al confinamiento, la temporada 2019\20 tocó a su fin.

No ha sido un gran año, para nadie. Cabe recordar la importante cifra de fallecidos que se ha llevado el virus mortal, y entre los que dijeron adiós habrán muchos que se quedaron sin festejar o lamentar el papel realizado por sus respectivos clubes.
El celtismo puede respirar, pues no fue sencillo despedir un complicado curso que casi acaba en drama. Debemos reconocer la increíble labor del modesto Leganés, al que mostraremos respeto y dedicaremos mucho ánimo con cariño, deportividad y humildad. También se debe reconocer a un Mallorca que llegó sin opciones a la última jornada y ha dado mucha guerra.

En cuanto al Celta, se debe celebrar la permanencia, con mesura, pero se debe celebrar. Tampoco hay que crucificar a una plantilla lastrada por el esfuerzo físico. Quizás debieron cerrar antes la salvación, pero cierto es que algunos rivales que nada se jugaban se midieron al cien por cien con el equipo vigués. Pero así debe ser el fútbol, y por ello seguimos en Primera, porque el Real Madrid también mostró su profesionalidad ante el Leganés. También el sistema del VAR nos ha perjudicado y beneficiado... como a todos.

Se tendrá que trabajar mucho para corregir esos errores y para que los celtistas puedan tener una futura tranquilidad. Un año más, se han hecho los deberes, a mal nivel, pero con esos 37 puntos que dicen merecer la permanencia. Cada punto ha sido el objetivo logrado y eso cuenta.

¡Adiós a una maldita temporada 2019\20!. Mucho ánimo a los Leganés, Mallorca y Espanyol, pero sobre todo a un valiente "Lega" que quizás mereció un mayor premio. El Celta trabajó para lograr su objetivo, y obtuvo recompensa. Es seguro que no fue de forma brillante, pero eso no resta merecimientos. Recordemos que una temporada -con sus 38 partidos- es una temporada larga, y todo "match" cuenta para alcanzar metas de forma justa.



¡ENHORABUENA AL CELTA Y SU CELTISMO!

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