viernes, 19 de enero de 2018

Juan Acuña: el préstamo de lujo del eterno rival.







- Juan Acuña Naya
- Nacido en A Coruña, el 14 de febrero de 1923
- Portero
- Equipos: R.C. Celta de Vigo \ Deportivo de La Coruña \ Eureka \ Juvenil \ Sporting Coruñés.





- El Celta contó con un refuerzo de lujo durante un día, y lo que lo hace aún más especial, procedente del eterno rival, el Deportivo de La Coruña. Al equipo vigués le honra haber contado en su once con uno de los mejores guardametas del fútbol español, un hombre comparable a grandes arqueros como Ricardo Zamora, José Ángel Iribar o Antoni Ramallets. El último le privó de tener más apariciones con la selección española, con la que solamente pudo intervenir en dos ocasiones.

Hablamos de un portero con mucha solera, ese típico "guardameta de todos los tiempos" que en su historial personal cuenta con cuatro Trofeos Zamora. Es por ello el tercer hombre con más galardones de este tipo en la historia de la Liga Española.
Es un estandarte deportivista, un señor de los pies a la cabeza que defendió los colores del club de su ciudad durante casi veinte años. Además de vestir la camiseta de los dos equipos más grandes de Galicia, Juan también jugó para equipos como el Eureka o el Sporting Coruñés.

Zamora y Acuña, dos grandes metas españoles.
- Acuña nació en el mismo año que iría a fundarse el Real Club Celta, el 14 de febrero de 1923. Criado en una familia grande con sus siete hermanos, Juan empezaría a jugar al fútbol como cualquier niño de aquella lejana época, con más carencias, pero muchísima imaginación. Esa imaginación la desarrolló junto a sus amigos, teniendo sus primeras actuaciones el campo de Artillería, cerca de su casa.
Sus amistades le llamaban " Xanetas" y juntos crearon un equipo de fútbol denominado Sporting Coruñés, del que posteriormente pasaría a jugar al Eureka. En tiempos de la Guerra Civil, Laureano Martínez le había visto actuar bajo palos en un partido entre equipos amateurs. Éste fue quien le convenció para irse al Eureka, donde Acuña empezaría a hacerse grande entre los pequeños.
El periodista Ponte Patiño -de la editorial de Marca- creó un campeonato juvenil entre equipos modestos de A Coruña en el que el meta sorprendería a muchos al recibir muy pocos goles. Es más, Juan quedó galardonado como mejor portero del torneo y eso le valió para fichar por el Deportivo de La Coruña, que utilizaba esta clase de eventos para captar jóvenes promesas. Al entonces jovencísimo cancerbero de dieciséis años le ofrecieron un contrato con un salario mensual de trescientas pesetas. Aquel sería su primer sueldo serio como futbolista, entrando en las filas del equipo de Riazor para permanecer allí casi toda su vida. El Deportivo era por entonces equipo de Segunda División, pero con Acuña como portero rápidamente cambiarían las cosas.

Su primer partido con el conjunto coruñés fue cuando aún continuaba el conflicto bélico en España, en 1938 y en Ferrol. Desde entonces nadie le arrebataría su puesto en el arco de Riazor. El equipo ascendió a la categoría máxima en 1941, y a partir de entonces llegarían todos los éxitos del meta coruñés, que ya en su primer curso codeándose con los porteros más grandes del país obtendría el título de portero menos goleado.

Tuvo cuatro temporadas de ensueño en el fútbol de élite español, siendo una auténtica pesadilla para todos los delanteros de la época. Sufrió una luxación del hombro en sus primeros partidos, pero por lo demás se mantuvo firme en la portería, repitiendo el título personal en el ejercicio 42\43.

Pero Acuña también sufrió momentos aciagos, como el descenso del Deportivo a Segunda en 1945 o los problemas de peso a partir de entonces. También hay que recordar una sanción que le dejó fuera de varios partidos al lanzarse a los pies de un delantero del Valladolid en la campaña 1949\50. El atacante se fracturó una pierna y se hizo campaña para que el meta cumpliera sanción.
Pero los años finales de la década cuarenta y los comienzos de la siguiente no fueron tan malos para "Xanetas", más bien al contrario. El coruñés volvería a conquistar el título de Zamora por dos veces mientras su club saboreaba las mieles de competir en la máxima categoría.

En Primera División dejó al Deportivo cuando se marchó al Juvenil, del que regresaría a la ciudad herculina para colgar los guantes en 1955, después de dedicar casi toda su vida al club de sus amores, con el que se hizo grande.

Pero Acuña también llegó a defender el escudo del Celta, aunque fuera solo por una vez. El 23 de abril de 1944 sería prestado al equipo olívico para afrontar un partido con sabor a homenaje en honor al ex-céltico Alvarito. Junto a Juan, también vendría su compañero Chacho, otro mito deportivista y cuyo hijo estaría a prueba años después.
Ambos futbolistas jugaron para el Celta en aquel amistoso frente al Sporting de Gijón que acabó con 3-1 para los celestes. Acuña hizo unas majestuosas intervenciones cubriendo la meta viguesa y por un día fue amigo del enemigo.

Entre otras historias que pueden rodear a un portero tan grande como Juan Acuña cabe destacar la que le ocurrió de cara al Mundial de Brasil 1950. El jugador fue seleccionado para viajar a la Copa del Mundo y así ocurrió. El caso es que no disputó ni un solo minuto del máxime evento internacional, y todo apunta a un malentendido con el seleccionador Guillermo Eizaguirre.
Cuando la expedición española se hallaba en el aeropuerto de Barajas, el técnico debió exclamar “¡ las maletas que las cargue el gallego!”. Esto se debe a que la mayoría de los trabajadores eran gallegos, pero Juan se debió dar por aludido y le espetó: "¡las maletas las va a cargar tu puta madre!".

Juan Acuña realiza una increíble estirada durante un partido de Liga con el Deportivo de La Coruña.

- Es probable que por aquel lamentable incidente, Acuña viajaría a Brasil para ser mero espectador de una Copa del Mundo de la que seguramente no guardará un buen recuerdo. Eso sí, nadie puede dudar que este portero fue uno de los mejores que se han visto en la Liga Española, superado solo en Trofeos Zamora por los ex-barcelonistas Antoni Ramallets y Víctor Valdés.

Retirado de la actividad futbolística, Juan Acuña trabajó en una refinería de petróleo de A Coruña, empleo que consiguió por mediación del ex-presidente deportivista Luis Vázquez Pena. Falleció el 30 de agosto de 2001, dejando en el recuerdo sus mejores paradas, su carácter de ganador y un torneo veraniego que lleva su nombre: "El Trofeo Juan Acuña". Pero nunca lo olviden, Acuña también defendió los colores del Celta, aunque solo fuera durante noventa minutos.




- Fuentes: (BD de Fútbol, Marca, Canal Deportivo, Yo Jugué en el Celta, Os Nosos Noelia Rey y Héctor Pena, Cihefe y Galiciana).

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